La Décima o Espinela

Sofonisba Anguissola: autorretrato tocando la espinela, acompañada de su criada.
La espinela es un instrumento de teclado bastante antiguo, como el que está tocando la bella y talentosa Sofonisba Angisciola (o Anguissola) en su autorretrato que presentamos a la derecha.

Pero también puede ser un tipo de forma poética breve, del cual es ejemplo el siguiente epigrama de Nicolás Fernández de Moratín:

Admirose un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supieran hablar francés.
— «Arte diabólica es,
—dijo, torciendo el mostacho—,
»que para hablar en gabacho
»un hidalgo en Portugal
»llega a viejo, y lo habla mal;
»y aquí lo parla un muchacho»
.

Muy bien. Y ¿cómo es la décima o espinela? Pues, para empezar, consta de diez versos octosílabos que riman según el esquema a b b a a c c d d c.

Quizás, el ejemplo más famoso de décima o espinela sea el que aparece en el soliloquio de Segismundo en La vida es sueño de Calderón de la Barca, y que dice así:

Pedro Calderón de la Barca Henao de la Barrera y Riaño.
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
— «¿Habrá otro —entre sí decía—
más pobre y triste que yo?»;
y, cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.

Domínguez Caparrós, en su Diccionario de métrica española, explica las normas por las que se debe regir una espinela:

  • las ideas se organizan normalmente de forma que avanzan en su desarrollo hasta el cuarto verso;
  • al final de este cuarto verso, hay una pausa de sentido;
  • y el concepto desciende en los seis versos siguientes, sin introducir nuevas ideas.
Se trata de una forma estrófica teatral que, según Lope de Vega, es idónea para las quejas; y es apta, continúa Domínguez Caparrós, «en poemas independientes, especialmente en composiciones ingeniosas, delicadas y de carácter epigramático».

Vicente Espinel

La décima o espinela adopta este segundo nombre en recuerdo de la persona que pasa por ser su inventor, Vicente Espinel, quien, a caballo entre los siglos XVI y XVII, era sacerdote, músico, poeta y novelista.

Espinel hizo muchas cosas además de inventar la décima. Para entender lo polifacético que era, podemos citar algunos de sus otros méritos: fue maestro de Lope de Vega, escribió la famosa novela picaresca Vida del escudero Marcos de Obregón, y añadió la quinta cuerda a la guitarra, la más grave, ya que, hasta entonces, este instrumento sólo tenía cuatro cuerdas.

La décima o espinela sigue viva, hasta el punto de que existen poetas que compiten por exhibir su ingenio en este tipo de forma estrófica.

Yo mismo no he podido sustraerme en algún momento a su embrujo, y he producido un cierto número de ellas. Como por ejemplo la siguiente, dedicada al propio padre de la criatura:

Espinela a Espinel

Un vate de alma bizarra
era nuestro buen Vicente,
quien registró la patente
de una cuerda a la guitarra.
Siempre daba la tabarra
con ello en toda ocasión;
mas, pensando una canción
que iba a cantar con vihuela
descubrió que la espinela
era aún mejor invención.

O esta otra, de carácter un poco más humorístico:

Venerabilidad

De un forúnculo enquistado
un hombre le habló a su hermano,
quien le encontró un cirujano,
por casualidad cuñado.
Vio al enfermo preocupado,
y dijo el médico, afable:
— «Mire usted si es venerable
»cada paciente por mí,
»que en vez de con bisturí
»yo los opero con sable».

O incluso alguna que otra con ribetes más filosóficos:

Excepcionalidad

Te diré que, siendo franco,
si me llaman cisne negro
será más lo que me alegro
que llamarme mirlo blanco.
Si en el medio estoy, cual planco,
no me siento ave mejor,
ya vuele como un azor;
que, al clasificar las piezas
por esto de las rarezas,
lo que cuenta es el color.

Por cierto, que, aunque el instrumento pase por ser algo totalmente español o italiano, la sexta cuerda a la guitarra se la añadieron los alemanes. Pero esto ya es otra historia.

Diferentes tipos de guitarras. Fuente de la imagen: Wikipedia.

La Pasiflora de las Brisas

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