Las tipologías de endecasílabos

En español, los versos se clasifican por su número de sílabas y por su prosodia.

No es así en todos los idiomas, pero no vamos a entrar en casuística y nos referiremos sólo al objeto de esta entrada, que son los versos en castellano. Y en concreto el endecasílabo.

Como sabéis, el endecasílabo es el verso que tiene once sílabas.

¡Glups! Acabo de decir una obviedad.

Bueno, da igual. Lo importante es que me entienda el lector.

En castellano, los endecasílabos tienen que ir obligatoriamente acentuados en la décima sílaba métrica.

Es que en el verso, una cosa son las sílabas fónicas y otra diferente son las sílabas métricas.

  • Sílabas fónicas son las sílabas según se las cuenta aplicando directamente la gramática. Así, el verso ya estoy cansado, amigo, de tus fárragos tendría 14 sílabas:

ya-es-toy-can-sa-do-a-mi-go-de-tus-fá-rra-gos.

  • Sílabas métricas son las sílabas que se cuentan aplicando las reglas de la métrica; es decir, reglas especiales que se aplican en poesía, las cuales están adaptadas a los fenómenos que realmente suceden en la pronunciación cuando se lee en alto.

Por ejemplo, observaremos que, al principio del verso escrito arriba, leyendo se produce la unión entre las dos primeras sílabas, puesto que una acaba en vocal y la otra también empieza por vocal; y es como si se contrajeran en un solo golpe de voz: "yaes-toy..."

Esto es lo que se llama una sinalefa: la unión de la última sílaba de una palabra que acaba en vocal con la primera sílaba de la siguiente palabra, que empieza también en vocal.

Así tenemos que donde había dos sílabas fónicas: ya-es, ahora tenemos una sola sílaba métrica: yaes.

Seguramente ya sabéis que es necesario aplicar otras muchas reglas para contar el número de sílabas métricas de un verso; pero con esto y lo siguiente que digamos nos bastará para nuestro ejemplo. Así que vamos a abreviar aquí y pasamos a contar las sílabas métricas del nuestro. Primero, detectadas las sinalefas, procedemos a unirlas:

yaes-toy-can-sa-doa-mi-go-de-tus-fá-rra-gos.

Como veis, el número de sílabas de este verso ha quedado reducido a 12, al apreciarse que la primera y la quinta son sinalefas.

La sinalefa no es obligatoria, pues si es necesario se puede leer forzando la separación de ambas palabras. Esto se hace a veces con objeto de cuadrar el número de sílabas del verso.

Pero, para acabar de contar el número de sílabas métricas de este verso, todavía nos falta aplicar una norma: 

fijémonos que la última palabra es una esdrújula: «fárragos». Bueno, pues, por ser esdrújula la palabra final del verso, hay que restarle a éste una sílaba.

Así que ahora restamos 12 - 1, y ya obtenemos 11, que es el número de sílabas métricas de nuestro verso: ya estoy cansado, amigo, de tus fárragos.

Luego, estamos tratando aquí con un endecasílabo.

El endecasílabo es un verso con una tradición muy larga en español. Garcilaso de la Vega y Juan Boscán, en el siglo XVI, lo dotaron de su actual entidad y calidad rítmica, que básicamente importaron del italiano y adaptaron al español a partir de 1526, por consejo de su amigo el cónsul de Venecia, Andrea Navagiero, quien se dio cuenta de lo parecidas que eran la prosodia italiana y la castellana.

El estudio de la prosodia poética italiana era en aquel momento el más avanzado en la materia de todas las lenguas europeas.
Actualmente, los endecasílabos se clasifican según las sílabas donde lleven los acentos.

Básicamente, en español, todos los endecasílabos llamados «garcilasianos»; es decir, los derivados del arte importado de Italia, llevan acentos obligatorios en la sexta u octava sílabas y en la décima.

Hay alguna excepción a lo de las sílabas 6 y 8, y por eso he escrito «básicamente». Pero no hay ninguna excepción al acento sobre la sílaba 10.

Después, tienen que llevar su primer acento (que se llama rítmicoobligatoriamente entre entre la primera y la cuarta sílabas. Y los versos se llaman así, según la sílaba primera en que tengan tal acento:

  • endecasílabo enfático, si lleva el primero en la primera sílaba;
  • endecasílabo heroico, si lleva el primero en la segunda sílaba;
  • endecasílabo melódico, si lleva el primero en la tercera sílaba;
  • endecasílabo sáfico, si lleva el primero en la cuarta sílaba.
La siguiente es una tabla completa de casi todos los endecasílabos que se utilizan en español. Los que no aparezcan en ella, son extremadamente raros o no tienen ritmo y por eso no pueden considerarse como versos endecasílabos:
Tipología de los endecasílabos. Origen de la imagen: blog de poesía de Rubén Sada.
Por tanto, el verso que poníamos anteriormente como ejemplo quedaría así:

yáes-tóy-can--doa--go-de-tus--rra-gos

Y, según lo visto, su esquema rítmico sería con los acentos en las sílabas (1, 2, 4, 6, 10); y sería, por tanto, un verso heroico corto con acento antirrítmico en la sílaba 1. O también podría ser un verso sáfico corto pleno con acento antirrítmico en la sílaba 2.

Para ilustrar cómo funciona esto, tomaremos ahora el soneto número 1 de Garcilaso de la Vega:
Ahora separaremos en sílabas métricas todos los versos del poema, marcando en rojo las sílabas donde van los acentos de cada uno. Dentro del paréntesis pondremos los lugares que ocupan los acentos y el tipo de endecasílabo:

1.- Cuan-do-me--roa-con-tem-plár-mies--do .......(4, 8, 10, sáfico puro);
2.- ya-vér-los--sos-por-do-mehá-tra-í-do ...............(2, 4, 8, 10, sáfico largo pleno);
3.- -llo-se-gún-por-doan--ve-per--do ...............(1, 4, 6, 10, sáfico corto pleno);
4.- quea-ma-yór-mál-pu-dié-raha-bér-lle--do .........(3, 4, 6, 8, 10, sáfico largo o melódico largo);

5.- Mas-cuan-do-del-ca--noes-tóol-vi--do............(6, 8, 10, vacío largo);
6.- a-tán-to-mál---por-dohé-ve--do..................(2, 4, 5, 6, 8, 10, heroico pleno);
7.- -que-mea--boy-más---sen--do...............(1, 4, 6, 7, 8, 10, sáfico pleno);
8.- vér-a-ca-bár-con--go-mi-cui--do....................(1, 4, 6, 10, sáfico corto pleno).

9.- Yóa-ca-ba--que-meen-tre-gué-sin-ár-te..............(1, 4, 8, 10, sáfico puro pleno);
10.- a-quien-sa-brá-per-dér-me-ya-ca-bár-me.............(4, 6, 10, sáfico corto);
11.- sié-lla-qui-sié-re-yaun-sa-brá-que--llo...............(1, 4, 8, 10, sáfico puro pleno).

12.- Que-pues-mi-vo-lun-tád-pué-de-ma-tár-me..........(6, 7, 10, vacío puro);
13.- la--ya-que-noes-tán-to-de-mi-pár-te.................(2, 6, 10, heroico puro);
14.- pu-dién-do-qué-ha--si-no-fa--llo.....................(2, 4, 6, 10, heroico corto).

Todos los acentos que sobran (cuyos números he puesto en rojo) se llaman acentos antirrítmicos. En el caso del verso 4, si escogemos la solución del sáfico, el acento antirrítmico será el que recae sobre la sílaba 3; en tanto que si escogemos la solución del melódico, entonces, el acento antirrítmico será el que recae sobre la sílaba 4.

Por fin, para acabar, añadiré debajo un soneto propio, a ver si alguien se atreve a hacer con él lo mismo que yo he hecho con el ejemplo de Garcilaso. Espero que os guste:


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Fernando de Herrera